Movimientos sociales e Internet

Social Movements and the Internet

Movimentos sociais e Internet

Valencia, Juan Carlos y García, Claudia Pilar (eds.)1, Paula Andrea Restrepo Hoyos2.

1 Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2014

2 Universidad de Antioquia, Colombia
paularestrepohoyos@gmail.com

DOI : 10.5294/pacla.2015.18.1.12



Movimientos sociales e Internet es un libro editado por dos profesores de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. En él se presentan experiencias y reflexiones teóricas tanto desde el interior de los movimientos como desde la academia. El texto está dividido en dos partes: reflexiones teóricas y casos de estudio. De reflexiones teóricas destaco el primero y el tercer capítulo, ambos de los editores del libro. El primero, de Juan Carlos Valencia, explica por qué "los grupos de activistas de y en Internet pueden ser considerados parte de movimientos sociales" y hace un análisis teórico y una tipología de lo que el autor llama "movimientos sociales en y de Internet", término que usa para señalar aquellos movimientos sociales que tienen Internet como su única plataforma. El tercer capítulo, de Claudia Pilar García, va más allá de la tecnofobia o la tecnofilia acrítica y analiza, a través de los casos de la primavera árabe y los indignados españoles, las implicaciones que tienen las tecnologías en las luchas sociales de acuerdo a su uso.

En la segunda parte destaco de manera especial el capítulo que lo encabeza. Al ser un trabajo de coautoría entre una lideresa comunitaria, Francia Márquez-Mina y una académica, Irene Vélez-Torres, presenta una visión que raras veces tenemos la posibilidad de tener en los productos académicos: visiones desde adentro y escrituras destinadas a cumplir objetivos articulados con las luchas sociales. Las autoras presentan los procesos comunicativos de dos organizaciones afrocolombianas: el Proceso de Comunidades Negras (PCN) y el Consejo Comunitario de la Toma. Dado que Internet es el tema del libro, se circunscriben a sus dinámicas, no sin antes advertir que es solo una de las herramientas de comunicación que adquiere sentido en su complementariedad con otros medios y en su articulación política con lo organizativo. Atendiendo a la idea de ser un producto crítico y activista, el artículo termina con un balance y una agenda de comunicación, convirtiéndolo en un insumo útil no solo para el PCN y el Consejo Comunitario de la Toma, sino también para otras organizaciones con procesos similares.

Claudio Maldonado presenta los conceptos de apropiación tecnológica y producción narrativa hipertextual en relación con el pueblo mapuche y en el contexto de la colonialidad del poder. Maldonado destaca la narrativa hipertextual mapuche como una estrategia de lucha en la disputa discursiva entre el Estado-Nación chileno y el pueblo mapuche.

Gustavo Cimadevila y Claudia Kenbel presentan un caso de intolerancia mediática, mostrando la insuficiencia del "enfoque de agenda". El caso, que aparentemente no tiene ninguna relación con los movimientos sociales, es muestra ciudadanos conectados y creadores, en lugar de audiencias pasivas y manipulables.

Camilo Tamayo desarrolla, desde una perspectiva impecablemente académica, los conceptos de ciudadanías transnacionales y comunicativas en su relación con movimientos sociales de Irán y Birmania. Este trabajo le permite concluir que los nuevos niveles de ciudadanía nacen con nuevos derechos articulados a las transformaciones sociales contemporáneas.

Para Isaura Castelao y Eduardo Viveros, las redes sociales en el marco del movimiento #YoSoy132 constituyeron una herramienta de difusión que permitió encuentros y contrapeso informativo al duopolio televisivo mexicano. Este texto, más que hacer un guiño a la academia o desarrollar impolutos conceptos, parece buscar ser útil a los procesos de los movimientos. La forma narrativa que se presenta con un tono casi oral, le permite al lector vivir los giros, las desilusiones y las esperanzas de quien habla desde adentro.

Ana Lúcia Sá, presenta el caso de Guinea Ecuatorial, un país que vive bajo la dictadura de Teodoro Obiang y que, como todo dictador, controla los medios de comunicación. En un contexto de represión extrema, la única manera de protestar y hacer oír el descontento dentro y fuera del país, ha sido Internet.

Carla Mansilla Hernández analiza las redes sociales y los movimientos ciudadanos en Chile del año 2011 usando el concepto de democracia digital. Una democracia a la que ve deslucida frente a propuestas de democracia radical a la que aspirarían los movimientos sociales actuales. Para terminar, Alcides Velásquez, mediante un minucioso análisis cuantitativo y un gran refinamiento teórico, da cuenta de los factores que inducen al activismo individual y colectivo en línea.

La escritura sobre y desde los movimientos sociales no es solo un tema, es una perspectiva en tanto no se habla, al menos no como foco principal, de la represión y la hegemonía, sino de la oposición y la resistencia. La investigación sobre y desde los movimientos sociales privilegia la acción reflexionada y la capacidad de transformar, por encima de la contemplación del desastre político y humano. El libro editado por Juan Carlos Valencia y Claudia Pilar García está claramente escrito desde esta perspectiva, aunque una que otra frase, uno que otro capítulo no se resista a la tentación del pesimismo paralizante. Recomiendo ampliamente su lectura y estudio, no solo a académicos interesados en el tema sino, y sobre todo, a activistas y colectivos de comunicación.


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